Amelia Tavella devuelve la vida a las ruinas

Enclavado en el corazón de las montañas corsas, este edificio de seis siglos de antigüedad ha sido realzado con una elegante ampliación de cobre. Diseñado por Amelia Tavella.

Reconstruir sin contradecir la memoria del pasado. Es un reto al que se enfrentan muchos arquitectos, y que la arquitecta corsa, afincada en Aix-en-Provence, ha superado con nota. Prueba de ello es su obra maestra, el convento Saint-François de Sainte-Lucie-de-Tallano, en el sur de Córcega.

Como explica Amelia Tavella: "Creo en fuerzas superiores, invisibles. El convento de Saint-François en Sainte-Lucie-de-Tallano, construido en 1480, forma parte de esta creencia. Situado en lo alto de un promontorio, fue un castillo defensivo antes de convertirse en lugar de oración y retiro, elegido por monjes conscientes de la belleza absoluta del lugar. La fe se encuentra con lo sublime".

Bordeado por un olivar y frente a las montañas de la isla, el edificio, compuesto de dos cuerpos, estaba en parte en ruinas, como un cuerpo privado de un miembro. Con su gesto arquitectónico, Amelia Tavella no ha querido borrar este episodio, sino al contrario, subrayarlo: "He optado por conservar las ruinas y sustituir la parte arrancada, la parte fantasma, por una obra de cobre que se convertirá en la Maison du territoire. He seguido las huellas del pasado, vinculando la belleza a la fe, la fe al arte, trasladando los espíritus del pasado hacia una forma de modernidad que nunca altera ni destruye. Las ruinas son marcas, vestigios, huellas; también hablan de cimientos y de una verdad; eran faros, puntos cardinales, que orientaban nuestros ejes, nuestras elecciones, nuestros volúmenes."

Esta modernidad se plasma en un elegante moucharabieh de cobre que se hace eco, casi simétricamente, de la silueta del edificio de enfrente, combinando metal y piedra, dos materiales ajenos entre sí pero que funcionan maravillosamente bien juntos. ¿Es el metal demasiado frío? Para el arquitecto, este revestimiento de cobre es "un gesto suave" que capta la luz, la refleja y "la envía hacia el cielo como las plegarias de los monjes y los fieles al Altísimo".

Un proyecto poco común, que ahora opta al premio de arquitectura Mies-van-der-Rohe 2024 de la Unión Europea.

instagram.com/amelia_tavella

Lisa Agostini

Las experiencias y la cultura que nos definen

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