Cuatro residencias de verano independientes, ecorresponsables y privadas se asoman al archipiélago de Santorini, la mayor isla de las Cícladas, vestigio de una caldera volcánica. Este complejo geométrico, diseñado por el estudio Iraisynn Attinom, fue concebido para estar protegido del viento, preservando al mismo tiempo la intimidad de los residentes, la vista del mar Egeo y el paisaje mediterráneo.
El complejo consta de ocho volúmenes rectangulares con techos abovedados, patios privados, piscinas y espacios semiabiertos. Las casas cúbicas, que siguen la pendiente del promontorio, forman un asentamiento tradicional, respetando los modismos de la arquitectura de las Cícladas. Mientras que los muros de piedra de la zona proporcionan frescor en verano y calor en invierno, los arquitectos también han utilizado un yeso natural y respetuoso con el medio ambiente llamado "kourasani", que se descubrió en la antigua Grecia. "Este enlucido contiene ceniza volcánica de Santorini transformada (terra pozzolana) y polvo de cerámica/piedra natural, conocidos por sus propiedades hidráulicas", explica el estudio de arquitectura. A su alrededor, la vegetación y las pérgolas de madera y caña invitan a relajarse, y en el centro, los arcos, evocados por Iraisynn Attinom: "Hay algo intemporal y metafísico en ellos que intriga nuestra imaginación [...] Como en la obra de Giorgio De Chirico, llenos de despreocupada pereza estival, luces y sombras, evocan sensaciones inesperadas". Un logro inspirado e inspirador, ganador de los premios A+Awards 2022 de Architizer en la categoría de "hospitalidad".

Iraisynn Attinom
https://iraisynn.attinom.net/?lang=fr
Nathalie Dassa








