El estudio de arquitectura noruego Snøhetta y el grupo hotelero japonés Not a Hotel han unido sus fuerzas para idear un diseño tranquilo e innovador enclavado en el paisaje de la isla de Hokkaido.
Rodeado por el Parque Nacional de Shikotsu-Toya, en la isla de Hokkaido, Not a Hotel Rusutsu ofrece impresionantes vistas del monte Yotei, una de las montañas más famosas de Japón. Esta apartada estructura de 1.200 metros cuadrados está a poco más de una hora de la capital de la isla, Sapporo, y del aeropuerto de Nueva Chitose. Se asienta sobre Rusutsu Resort, una famosa estación de esquí muy popular entre los aficionados a los deportes de invierno, con una treintena de pistas. La estación es famosa por su excepcional nieve polvo y sus excursiones de verano. El objetivo de Snøhetta y Not a Hotel, que está reinventando el concepto de residencias vacacionales en todo el mundo, es seguir elevando la experiencia humana.
RESORT DE LUJO
Este innovador templo rinde homenaje al paisaje montañoso del País del Sol Naciente. El edificio, compuesto por dos volúmenes lineales, colocados perpendicularmente y ligeramente curvados, se expresa con una forma refinada y minimalista. "Nos sumergimos en esta magnífica cumbre, los ventisqueros, los cambios de estación y el cenit celeste del lugar para dar forma al proyecto", explica Richard Wood, Director General de Snøhetta Asia.
El patio central sirve de lugar de reunión y reflexión, invitando a los huéspedes a contemplar y participar en actividades comunitarias. La planta superior incluye el salón y el patio, que se prolonga en una cocina, un comedor y una zona de estar, así como dormitorios, oficinas y baños al aire libre. El nivel inferior, parcialmente sumergido, alberga las instalaciones de bienestar, como el gimnasio y la sauna.
ENFOQUE HOLÍSTICO
Su configuración de doble volumen realza esta coherencia arquitectónica. La fachada de cristal y los grandes ventanales realzan el efecto general, jugando con las variaciones de luz y las transiciones entre interior y exterior, invitando a la naturaleza al corazón del edificio. "Not a Hotel Rusutsu plantea las posibilidades de la arquitectura del siglo XXI", insiste Shinji Hamauzu, propietario y fundador de Not a Hotel.
La piedra y la madera del edificio completan el éxito de este diseño en pleno paisaje de montaña, haciendo hincapié en la sostenibilidad y la armonía estética. "El uso de materiales naturales y locales encarna aún más el enfoque holístico de este proyecto hacia el bienestar humano y la armonía con la naturaleza", concluye Ana Castaingts, arquitecta de interiores de Snøhetta.
Desde su lanzamiento en julio de 2024, este excepcional complejo ha avanzado por fases, ofreciendo a los huéspedes la oportunidad de disfrutar de la propiedad compartida.
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