El artista anglo-nigeriano, residente en Londres, da vida al diseño en instalaciones, interiores y diseños de objetos que se inspiran en sus orígenes africanos para contarnos nuevas y coloridas historias.
"El arte y el diseño deben ser accesibles para todos". Este es el principio rector de Yinka Ilori, que lleva cinco años poniendo fabulosamente en práctica a través del estudio que lleva su nombre. Este artista-diseñador multidisciplinar, nacido en Islington, en el norte de Londres, desarrolla un lenguaje gráfico, étnico y cromático, mezclando su doble herencia anglo-nigeriana para dar a luz creaciones artesanales, solidarias y emotivas. Con sus proyectos pretende demostrar que el diseño tiene un impacto positivo en la sociedad contemporánea y el poder de unir a las comunidades. Aunque se inspira en su visión optimista del mundo y en las tradiciones culturales de su familia, sus diseños también rinden homenaje a la sensibilidad geométrica del Grupo Memphis de los años ochenta.
Un cóctel explosivo
Como resultado, su estudio ha estado ocupado con un proyecto tras otro, inyectando una dosis de buen humor e ingenio en el diseño de interiores, objetos, muebles reciclados, tiendas pop-up y exposiciones. Entre ellas, su reciente instalación en Alemania "Filtered Rays" (Rayos filtrados), que explora la relación entre la luz y el color, y "A Large Chair Does Not Make A King" (Una silla grande no hace un rey) para el Festival de Diseño de Londres en 2017, que invitaba al público a "dejar el ego a un lado y recordar que, sea cual sea tu éxito en la vida, todos compartimos este vínculo de humanidad". Otros ejemplos son su nueva colección de chanclas FitFlop y chanclas para la playa; su colaboración con LG en el escaparate de The Conran Shop, lleno de pantallas de televisión con forma de ojos; "La lavandería de los sueños", formada por 200.000 ladrillos LEGO; sus papeles pintados maximalistas para Lick; y el balón de baloncesto para el campo de Canary Wharf. La colorista firma de Yinka Ilori es una invitación a lo imaginario, a la evasión y a todo lo posible.
Nathalie Dassa



Créditos de las fotos Yinka Ilori Studio








