La institución parisina explora los vínculos entre el arte y la inteligencia artificial (IA) en su nueva exposición, la primera de este tipo en todo el mundo.

La inteligencia artificial y digital está tomando el relevo de la era industrial, apoderándose de modelos en los que el aprendizaje automático, los algoritmos, el big data, los centros de datos y la cohabitación de humanos y robots están redefiniendo sectores. Al igual que el mundo del arte, que está experimentando un cambio radical.
Aunque las teorías de la IA existen desde los años 50, esta nueva combinación, a través del aprendizaje profundo, da a las máquinas los medios para aprender por sí mismas gracias a un flujo de datos que produce resúmenes. Sobre todo, la tecnología se democratiza, dando a todo el mundo la oportunidad de probarla.
En 2025, la inteligencia artificial sigue desarrollándose a una velocidad vertiginosa y sigue suscitando "asombro, temor, entusiasmo o escepticismo". Estos sentimientos están provocados por los rápidos avances del gigante estadounidense OpenAI (ChatGPT) y del competidor chino DeepSeek. Pero también está Francia, que prevé invertir más de 100.000 millones de euros a través de varios fondos de inversión.
El Jeu de Paume toma la iniciativa de presentar obras de artistas del mundo del arte, la fotografía, el cine, la escultura y la literatura.


De la IA analítica a la IA generativa
La exposición se divide en dos segmentos principales. El comisario Antonio Somaini, junto con sus colaboradores Ada Ackerman, Alexandre Gefen y Pia Viewing, explora en profundidad la "IA analítica", que procesa y organiza masas de datos complejos, y la "IA generativa", capaz de producir nuevas imágenes, sonidos y textos.
Le premier chapitre expose entre autres les œuvres de Julian Charrière. « Buried Sunshines Burn soulève la question des ressources matérielles nécessaires aux industries numériques et de leur impact environnemental, tandis que Metamorphism met en scène la dimension matérielle des technologies numériques, trop souvent présentées comme “dématérialisées”, alors qu’elles dépendent de phénomènes géologiques et physiques spécifiques », explique l’équipe de curateurs.
La segunda está dedicada a los artistas que intentan colmar las lagunas de la historia (Egor Kraft, Alexia Achilleos, Theopisti Stylianou-Lambert), cuestionar los prejuicios de la IA (Nora Al-Badri, Nouf Aljowaysir) o escribir historias alternativas (Grégory Chatonsky, Justine Emard, Gwenola Wagon). La sección también explora el cine, la literatura y la música. Esta última se ilustra con una sección de The Organ, de Christian Marclay, en la que un piano conectado activa combinaciones de vídeos de Snapchat.
Más allá, los organizadores se interesan también por los vínculos que pueden establecerse entre la palabra y la imagen (Taller Estampa, Érik Bullot).

Un nuevo paradigma
El Jeu de Paume examina así la inteligencia artificial y el arte en la era de su revolución, trastocando nuestra relación visual y las nociones de creatividad, originalidad y derechos de autor. A través de sus obras, los artistas experimentan con posibles nuevas formas de expresión, concebidas y generadas con la ayuda de la IA, tanto como reflexionan sobre las repercusiones para el arte y la sociedad.
Cápsulas del tiempo, inspiradas en los gabinetes de curiosidades, jalonan el recorrido. La idea de los comisarios es crear un contrapunto histórico. Ya se trate de "la automatización del cálculo y la producción, la relación entre los sistemas actuales de visión artificial y los intentos pasados de automatizar la percepción visual, los orígenes de los sistemas de reconocimiento facial y de las emociones, o la genealogía de las indicaciones".
Esta primera gran exposición muestra cómo esta nueva tecnología está redefiniendo los límites mismos del arte, al tiempo que aborda cuestiones sociales, políticas y medioambientales.

"El mundo según la IA
Jeu de Paume
1, place de la Concorde, Jardin des Tuileries, París 8e
Del 11 de abril al 21 de septiembre de 2025








