BABYGIRL UNA PELÍCULA SOBRE EL DESEO Y EL PODER, PROTAGONIZADA POR NICOLE KIDMAN

La historia de una adúltera, el retrato de una mujer de poder, una asombrosa observación de los sinsabores del deseo... Babygirl -que le valió a Nicole Kidman el premio a la mejor actriz en el último Festival de Venecia- es una película tan apasionante como embriagadora.

Veinticinco años después de Eyes Wide Shut, Nicole Kidman vuelve a interpretar a una mujer poderosa en Nueva York, en una película centrada en la cuestión del deseo y la frustración. Pero a diferencia del último largometraje de Stanley Kubrick, esta vez es su deseo el que se ve constantemente frustrado, a pesar de un marido benevolente que parece escucharla (Antonio Banderas, formidable en un papel de contrapunto). Pero Romy (Kidman) no puede decir lo que quiere. Parece inaudible, demasiado insana, "anormal", como dice varias veces. Sobre todo para la brillante mujer de negocios que es, a la cabeza de una próspera empresa de logística, que defiende el lugar de la mujer en un entorno que durante mucho tiempo ha estado muy dominado por los hombres. Pero un día, un joven y provocativo aprendiz (el siempre brillante Harris Dickinson) despierta este deseo soterrado...

Tras darse a conocer con la excelente Bodies Bodies Bodies (2022), la cineasta holandesa Halina Reijn da en el clavo con este nuevo largometraje, cuya trama ligeramente perversa se divierte incomodando y planteando mil preguntas sobre el consentimiento a la sumisión en una sociedad post-MeToo. Un guión retorcido con una escritura ejemplar, sublimado por una puesta en escena tan pop como virtuosa -la asombrosa partitura original de Cristóbal Tapia de Veer, que recuerda a sus partituras para las dos temporadas de El loto blanco, será recordada durante mucho tiempo-.

Pero Babygirl es sobre todo una oda a su protagonista. Nicole Kidman, cuyo mejor papel en mucho tiempo, no tiene miedo de jugar con su imagen: una larga escena nos muestra todas las inyecciones y otros tratamientos a los que se somete regularmente su cara y su cuerpo para mantener ese aspecto perfecto y lleno de botox. Un personaje llega incluso a compararla con un pez, y ella se parece a una muñeca Barbie "directora de empresa" a la que se ha dejado envejecer. Pero no por ello deja de ser una heroína emocionalmente rica, sofisticada, fundamentalmente inteligente y ambiciosa. Una mujer que no es víctima de la tiranía de la imagen, sino que, en lugar de rebelarse, ha optado por jugar con los códigos de la sociedad para mantener el mayor número posible de bazas en su mano. Podríamos escribir largo y tendido sobre Babygirl, porque es un análisis tan fino y ejemplar de la complejidad de nuestro mundo moderno.

BABYGIRL DE HALINA REIJN
SE ESTRENA EN CINES EL 15 DE ENERO DE 2025

Las experiencias y la cultura que nos definen

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