5 preguntas a Natascha Wiese

Natascha Wiese, una joven actriz española afincada en Francia, vista en Sibila , de Justine Triet, y que pronto aparecerá en la serie Weiss & Morales, responde a nuestras preguntas.

François Berthier: ¿Cuál fue su primera relación con el cine? 

Natascha Wiese: Creo que mi primer vínculo fuerte con el cine fue Romeo + Julieta, de Baz Luhrmann. Tenía 13 años, acababa de descubrir a Shakespeare y acababa de leer la obra. Sentía curiosidad -y un poco de escepticismo, lo reconozco- por saber cómo se podía trasladar esta obra maestra a la pantalla. Pero, desde el primer minuto, me quedé boquiabierto. Era la primera vez que sentía algo tan fuerte, quizá incluso la primera vez que el cine me hacía sentir algo. Una historia dramática, una tragedia, pero que también te hace soñar. Una oda al amor, a su belleza y a su dolor. Creo que todos hemos soñado con vivir una historia como la suya, a pesar del fatal desenlace.

Y también la audacia de trasladar a Shakespeare a un mundo moderno. Y la genialidad de este universo distópico, que a menudo parece tan real. Esta mezcla de lirismo y realismo me ha dejado una impresión duradera.  

¿Recuerda su primer casting? 

Mi primer casting fue bastante divertido. No lo recuerdo porque era un bebé, ¡no tenía ni un año! La hija de nuestra vecina había conseguido un papel en una película y la producción buscaba un bebé. Le habló de mí al director y voilà... ¡me eligieron!

Pero el primer casting que recuerdo fue para una película del director español David Trueba. Acababa de firmar con mi primer agente y estaba tan emocionada como incrédula: mi primera prueba era para un director al que admiraba profundamente. Aunque no conseguí el papel, la experiencia me dio un gran impulso. Fue como una señal: estaba donde debía estar, y tenía que seguir adelante.

¿Qué papel sueña con interpretar? 

Sueño con un papel intenso y frágil a la vez, un personaje en tensión, atormentado, profundamente humano. Siempre me han fascinado las personalidades complejas, rotas, llenas de contradicciones. Mi ídolo absoluto es Gena Rowlands. Su interpretación en Una mujer bajo la influencia, de Cassavetes, es exactamente el tipo de papel que sueño interpretar. Sería un papel de composición, exigente, que me empujaría a llegar lejos, a explorar zonas desconocidas de mí misma. Un personaje a la vez muy alejado de lo que soy y extrañamente familiar. Este tipo de papel me perturba tanto como me motiva. Hay una belleza loca en estos personajes que nunca puedes comprender del todo, y eso es lo que me gustaría interpretar.

¿Qué noticias tienes? 

Pronto se estrenará una serie española en la que actué el verano pasado, Weiss & Morales, que acaba de presentarse en el Festival de Málaga. También acabo de terminar la gira de una obra de teatro en Francia, una aventura artística y humana increíblemente enriquecedora. Al mismo tiempo, estoy escribiendo mi primer cortometraje. Es un nuevo campo de expresión para mí, muy emocionante, y también un verdadero reto.

¿Qué significa Cannes para usted? 

Cannes es un sueño adolescente... y, para muchos, una forma de consagración. Es la ocasión de conocer a algunos de los más grandes nombres del mundo y de hacer brillar el talento, el trabajo y la pasión. Estar en Cannes -como actriz, directora o guionista- es a veces la recompensa a toda una vida dedicada al cine.

También es ese momento mágico en el que algunas personas pasan de la oscuridad al centro de atención. Hay algo profundamente conmovedor en este festival: un fervor, una elegancia, una historia, una fe inquebrantable en el poder del séptimo arte. Para mí, Cannes es el amor al cine celebrado en todo su esplendor.

Las experiencias y la cultura que nos definen

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