Nathan Dunglas: Furia en el cuenco

Le hemos visto en la obra Edmond y en la serie Follow. Desde sus primeros pasos en el escenario hasta su primer casting, pasando por las escuelas de arte dramático, repasa su carrera, sus influencias y su visión de la profesión. A través de anécdotas, encuentros memorables y ambiciones futuras, nos sumergimos en el mundo de un actor en ciernes.

François Berthier: Hablemos un poco de los comienzos de su carrera. Cuándo quiso convertirse en Nathan Dunglas?

Nathan Dunglas: Eso fue hace mucho tiempo, cuando yo tenía 5 años. Había un espectáculo de parvulario, algo clásico, pero enseguida pasó algo. Después, el verdadero deseo de hacer carrera llegó en la escuela secundaria. Fue entonces cuando realmente me fijé en ello.

Volvamos a ese recuerdo de la guardería. ¿Lo recuerdas exactamente?

Sí, muy bien. Un actor vino a la escuela con una especie de carpa en medio del auditorio. Eligió a varios niños del público para que interpretaran diferentes personajes. Yo era el rey, un rey bastante desagradable. Me puso una barba falsa y todo. Lo que me encantó fue que en esta carpa, de repente, ya no nos hablaba como un trovador, sino como un director: "Vais a poneros esto, luego lo otro...". Estábamos al tanto, entre bastidores. Era fascinante.

¿Sigue manteniendo esta relación con los directores?

Sí, más o menos. Las cosas suelen ir bien.

¿Cómo te fue en la escuela?

Dada mi escolaridad, sabía que no iba a cursar estudios superiores, y tampoco lo deseaba especialmente. Ya hacía teatro en el Conservatorio de Clamart, donde crecí. Pasé allí dos años, así que ya tenía algo de aprendizaje. Luego, a la hora de elegir mis opciones después del bachillerato, me dirigí al Cours Florent, que era la única escuela que conocía. Allí estuve cinco meses.

¿En qué año fue?

2008-2009.

¿Te enteraste de antemano? ¿Lo hablaste con tus padres?

Mis padres lo sabían. Por cierto, anécdota: un día, en el consejo de clase, los profesores me preguntaron qué quería hacer después. Respondí vagamente: "Derecho o periodismo". Al salir, mi madre me dijo: "Nathan, vas a hacer teatro". Así que, de hecho, fue ella quien me empujó.

¿Nunca te dijeron que buscaras un trabajo "de verdad"?

No, en absoluto. De donde yo vengo, todos somos artistas, mi padre es músico, mi madre diseñadora de moda... Así que tener un trabajo "de verdad" habría sido más complicado (risas).

Volvamos al Cours Florent. ¿Por qué sólo cinco meses?

No lo pasé mal allí, pero sentía que no era el lugar donde realmente iba a progresar. Entonces descubrí otra escuela, el curso Eva Saint-Paul. Conocí a Eva Saint-Paul, la directora, y me quedé allí cuatro años. Había clases de danza, canto, acrobacia, kung fu, improvisación, técnica y teatro. Fue realmente enriquecedor.

¿Fue entonces cuando realmente sentiste que pertenecías?

Sí, tanto por la enseñanza como por la gente que he conocido.

¿Recuerda su primer casting?

Creo que era para un anuncio. En un casting para un anuncio participan 30 chicos que tienen tu perfil, no hay un intercambio real, todo sucede muy rápido. Pero mi primer casting real fue en 2012, y entré. Era un cortometraje, mi primer contrato profesional, mi primer sueldo de Nathan Dunglas.

¿Es un cortometraje una etapa clave para un Nathan Dunglas?

Sí, es esencial. No es sólo un escenario, es un formato en sí mismo. Algunos cortometrajes están muy bien escritos, con papeles magníficos. Y es donde aprendes el oficio: comes del plató, te familiarizas con la cámara, aprendes sobre posicionamiento, a trabajar con el equipo técnico... Es formación en el trabajo.

¿Es difícil pasar de la escuela al escenario?

La verdad es que no, porque no hay mucha teoría. Se aprende sobre todo observando a los demás. Pero es cierto que entre el teatro y la cámara hay que hacer ajustes.

Hablemos de su cultura cinematográfica. ¿Cuáles son sus referencias?

Me crié en el Nuevo Hollywood: Coppola, Scorsese, De Niro, Pacino, Nicholson... Son los que me hicieron querer hacer este trabajo. En Francia, me gusta mucho Clavier, Lindon... Es bastante ecléctico.

Y los papeles que le han ofrecido, ¿se corresponden con los que le gustaría interpretar?

Está evolucionando. No tengo una idea predefinida de lo que quiero hacer, pero me gustan los papeles ligeramente ambiguos, los personajes duales. Me encantan los antihéroes, tipos por los que no apostarías y que revelan algo inesperado.

¿Hay algún papel que le gustaría interpretar pero que no encuentra fácilmente en Francia?

Personajes corrientes a los que les ocurre algo extraordinario. Disfruto mucho con este tipo de arco narrativo.

Lleva doce años en el negocio. Cómo ve los próximos diez años?

Espero seguir en la misma línea, con grandes proyectos y encuentros profesionales.

¿Tiene amigos en el negocio?

Sí. A menudo se habla de "la gran familia del cine", pero en realidad hay varias pequeñas familias. No me siento vinculado a ninguna en particular, pero tengo muchos amigos, a algunos los conozco desde el colegio, a otros los he ido conociendo a lo largo de mis proyectos.

¿Hay alguna competencia entre vosotros?

En absoluto. Nunca he tenido un espíritu competitivo. Todos tenemos perfiles diferentes, así que no nos pisamos los talones.

¿Cuáles son sus proyectos actuales?

Estoy preparando una miniserie, pero aún no puedo decir nada más al respecto. El rodaje empieza pronto, pero se emitirá el año que viene.

Por último, ¿qué podemos desearle para este año?

¡Trabajo y grandes proyectos!

¡Magnífico! Muchas gracias por este intercambio.

Gracias a ti.

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