En Cannes, Nicole Kidman recibió el premio Women In Motion 2025. Más que un homenaje a su carrera, este premio reconoce a una actriz que, desde hace más de veinte años, ha hecho del cine un lugar de compromiso para las mujeres.

Cae el crepúsculo en la Croisette. La brisa marina se desliza entre las palmeras del Palacio de Festivales, donde Cannes celebra no sólo el cine, sino también a quienes le dan forma. El 18 de mayo de 2025, el Festival rinde homenaje a una voz singular: Nicole Kidman, a quien Kering y el Festival de Cannes han concedido el Premio Women In Motion 2025.
Este premio, creado hace diez años, reconoce a las mujeres que han hecho progresar la posición de la mujer en el séptimo arte. Esta es la historia de una actriz que nunca ha dejado de sacudir las representaciones y de poner su fama al servicio de poderosas narrativas femeninas.
Kidman no nació activista, pero se convirtió en una gracias a sus exigentes elecciones. Desde To Die For (1995), tergiversó la tersa imagen de la estrella de Hollywood interpretando a una presentadora que haría cualquier cosa por triunfar, en una escalofriante sátira de los medios de comunicación. En 1999, en Eyes Wide Shut, dirigida por Stanley Kubrick, reveló una interioridad profundamente conmovedora, afirmando con valentía la complejidad del deseo femenino.
Sus papeles posteriores, desde Las horas (ganadora del Oscar en 2003) hasta Dogville, de Lars von Trier, y Birth, de Jonathan Glazer, dibujan el retrato de una actriz que no rehúye el abismo, ni la radicalidad. Pone su cuerpo al servicio de papeles que cuestionan el poder, el dolor, la maternidad y la violencia simbólica.
En 2010, Nicole Kidman fundó Blossom Films, su productora. Lejos de ser un simple vehículo para sus propios proyectos, se convirtió en un trampolín para historias contadas por mujeres, tanto delante como detrás de la cámara. Big Little Lies, que coproduce y protagoniza, se convirtió en un fenómeno mundial. La serie aborda de frente la violencia doméstica, las tensiones de clase y las dinámicas de hermandad, al tiempo que muestra un equipo creativo mayoritariamente femenino.
Cuando Kidman acudió a Cannes en 2017 para Prey, de Sofia Coppola, declaró su intención de trabajar con una directora cada 18 meses. Ocho años después, ha cumplido su promesa: 19 directoras han colaborado con ella desde entonces. No es un eslogan, es un pacto de acción.


Julie Ducournau
Una activista discreta pero decidida
Si Nicole Kidman ne clame pas son activisme à chaque discours, elle agit depuis longtemps. En tant qu’ambassadrice de bonne volonté pour l’UNICEF, puis pour UN Women, elle œuvre pour les droits des femmes et des enfants dans le monde. Elle soutient la recherche contre le cancer aux côtés de son mari, Keith Urban, avec qui elle a levé plusieurs millions de dollars pour des causes de santé publique.
À Cannes, elle a rappelé combien il était “essentiel de continuer à ouvrir des portes, pour que les jeunes filles d’aujourd’hui deviennent les réalisatrices de demain”. Une conviction profonde, incarnée dans ses gestes concrets.
En 2025, el 32% de las películas en competición oficial en Cannes fueron dirigidas por mujeres. Una cifra alentadora, pero que nos recuerda que el camino hacia la verdadera paridad sigue siendo largo. El programa Women In Motion, lanzado en 2015 por Kering, trabaja para lograr esta transformación. En diez años, ha apoyado cientos de iniciativas, promovido la investigación sobre la desigualdad de género y destacado a figuras comprometidas de la industria.
Al homenajear a Nicole Kidman, celebra a una artista al servicio de un cine que libera en lugar de congelar. Un cine en el que las mujeres no son meras musas, sino autoras de su propio destino.


Juliette Binoche
Una velada de elegancia comprometida
La noche del 18 de mayo, la Place de la Castre se transformó en un escenario abierto a la belleza y la inteligencia. La cena presidencial de los Women In Motion Awards 2025 reunió a numerosas celebridades para festejar esta edición histórica del Festival. Muchas de ellas lucieron creaciones de Gucci, ilustrando la colaboración entre arte, moda y mensaje.
Juliette Binoche, presidenta del jurado, lució un vestido bordado de cuello alto de la colección otoño-invierno 2025 de Gucci, acompañado de un pañuelo de seda verde. Halle Berry brilló con un vestido de cristal. Salma Hayek Pinault lució una creación verde esmeralda adornada con plumas y alta joyería. Dakota Johnson, Julia Ducournau, Julia Garner, Daisy Edgar-Jones, Paul Mescal, Zhang Linghe, Kim Gordon, Noée Abita... todas ellas ilustraron esta fusión de compromiso y refinamiento.


Daisy Edgar-Jones


Julia Garner








