Festival Internacional de Cine de Transilvania: Rumanía revisita su cine familiar

Para los cinéfilos, el acrónimo TIFF puede ser fuente de confusión, entre el famoso Festival Internacional de Cine de Toronto y, para los aficionados del Lejano Norte, el Festival Internacional de Cine de Tromsø, en Noruega. Pero para los cinéfilos rumanos, sólo hay un TIFF: el Festival Internacional de Cine de Transilvania. 

Se trata del mayor festival de cine de Rumanía, que se celebra cada año en Cluj-Napoca. Esta 24ª edición reunió a más de 1.000 invitados, 125.000 espectadores y varios centenares de películas proyectadas. Las cifras del Transilvania International Film Festival (TIFF) reflejan la presencia del festival, cuyo logotipo puede verse en cada esquina de la capital de Transilvania. Un festival monstruoso en la tierra de Drácula, que también ha dado un lugar de honor al nuevo cine rumano. Aunque los talentos de Cristian Mungiu, Radu Jude y Cristi Puiu son bien conocidos en la escena internacional, hay muchos cineastas aún por descubrir. En "Romanian Days", la sección del TIFF dedicada al joven cine rumano, dos películas llamaron especialmente la atención por su utilización de archivos de aficionados como nuevo material. Más concretamente, los archivos de películas familiares de la Rumanía del antiguo régimen.  

Futuro brillante de Andra MacMasters 

1989 fue el año de la muerte del mundo bipolar, de los dos "bloques". Las sociedades soviéticas se derrumbaban por doquier, y pronto los rumanos ejecutarían a su dictador, Nicolae Ceaușescu, al final de una revolución que pondría fin a más de cuarenta años de comunismo. Sin embargo, en el verano de 1989, jóvenes marxistas-leninistas de todo el mundo se reunieron en un monumental festival en Pyongyang, como si nada hubiera pasado. Este Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes se celebraba casi todos los años en las principales ciudades del bloque del Este. Este año, fue la capital de Corea del Norte, una especie de Disneyworld del comunismo estalinista, la que acogió los actos. Andra MacMasters ha recuperado imágenes de archivo que un joven participante filmó in situ con su cámara. Acompaña estas imágenes con un texto puramente factual, contado en voz en off, que describe la filosofía del evento, lo que se puede hacer allí y qué países están invitados. En ningún momento la directora amplifica o juega con la paradoja absolutamente vertiginosa de una celebración por todo lo alto, con un exceso de grandilocuencia, de una forma espectacular de la que sólo el régimen norcoreano tiene el secreto, mientras la perestroika ya está en marcha y el Muro de Berlín está a punto de caer. A diferencia de otros cineastas, Andra MacMasters tiene en gran estima a sus espectadores: son capaces de pensar por sí mismos, por lo que no es necesario decirles lo obvio. En este documental, nos ofrece imágenes de un espectáculo que no olvidaremos pronto: el canto del cisne del comunismo, que "muere en el escenario", aplastado por la luz. En medio de conciertos de canto tradicional y demostraciones de kung fu, las imágenes mostradas por Andra MacMasters dejan entrever muchos temas de debate que cuestionan el mundo socialista, desde el papel de la mujer en la sociedad hasta la represión de las manifestaciones en la plaza de Tiananmen de Pekín por parte de otro régimen comunista. Un valioso recordatorio de un mundo cambiante. 

Futuro brillante de Andra MacMasters 

Próximamente en los cines

Merman de Ana Lungu 

En el corazón de este documental de archivo, Ana Lungu cuenta la historia de una compositora un poco fracasada, un poco olvidada en la Rumanía de ayer. Con su voz en off deliberadamente imperfecta (la directora no duda nunca en cogerse a sí misma, tose, como si comentara en directo en una conferencia las imágenes que estamos viendo -algo así como Raymond Depardon en Les Années déclic), la directora nos muestra varias películas de aficionados que dice haber descubierto. Algunas bobinas muestran viajes de la compositora a las principales capitales soviéticas, y a veces más allá del Telón de Acero, mientras que otras muestran veladas con amigos o fines de semana en la playa. Otra caja de carretes es más misteriosa: sólo contiene tomas de flores y desnudos femeninos sin rostro en poses explícitamente pornográficas. ¿Quiénes son estas mujeres? ¿Cuál era la relación del compositor con ellas? ¿Y por qué estas películas? Ana Lungu ofrece varias interpretaciones. Bajo el régimen comunista, la posesión de imágenes pornográficas era un delito castigado con la cárcel, nos dice. Por tanto, el compositor corría un gran riesgo al realizar estas imágenes, aunque su rareza las hiciera aún más preciosas. Es posible que formara parte de una red clandestina de tráfico de imágenes pornográficas. Pero es poco probable: a la vista de las demás imágenes, el compositor llevaba una buena vida gracias a su profesión y no necesitaba, a priori, un segundo empleo. Además, la yuxtaposición de fotos de desnudos femeninos con fotos de flores sugiere una intención artística. No es imposible que se viera a sí mismo como el heredero de Gustave Courbet o Botticelli, un pintor de desnudos en una época convulsa. Pero Merman es también el retrato de otra época. Al igual que el análisis delmodo de vida americano realizado por el proyecto fotográfico Anonymous Project, que traza un retrato global de un pasado americano a través de fotografías familiares redescubiertas, Merman nos habla del mundo comunista a través del trasfondo de fotos privadas, y desde el punto de vista de un hombre que parece haber sido un bromista en una sociedad austera, un personaje tan enigmático como fascinante. 

Merman de Ana Lungu 

Próximamente en los cines

tiff.ro

Las experiencias y la cultura que nos definen

No se pierda ningún artículo

Suscríbase a nuestro boletín