Lombok es una pequeña isla aislada al este de Bali, un secreto bien guardado al que se accede en barco privado. Aquí, en la bahía de Ekas, nació este minhotel de siete villas de hormigón, cristal, piedra y madera, inspiradas en las casas tradicionales (lumbung) y asentadas sobre pilotes, justo al borde de la inmaculada playa de cálidas aguas turquesas.

La arena constituye el vínculo entre arquitectura y naturaleza, interior y exterior. Con una superficie de 170 m2, cada villa está decorada con elementos hechos a medida por diseñadores y artesanos locales, con un espíritu muy minimalista: muebles de bambú, suelos y paredes de terrazo pulido a mano...

Este asombroso proyecto, denominado Design Hotels, fue imaginado por tres arquitectos indonesios, algunos de los más reputados del país (Andra Matin, Gregorius Supie Yolodi y Maria Rosantina), que hicieron todo lo posible por reducir el impacto de la construcción en el medio ambiente.

Un verdadero remanso de paz, que combina fuerza arquitectónica y belleza natural.

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