Paisajes interminables de cruda belleza y una minicapital, la más septentrional del mundo, llena de creatividad: a sólo 3 h 30 de París, Islandia sorprende, fascina y hechiza. La prueba está en tres direcciones.

BASE DE LAS TIERRAS ALTAS, LA LOGIA QUE LLEGÓ DEL FRÍO
Inaugurado el año pasado en el emplazamiento de un campamento base que data de 1937, este ecolodge, hermano pequeño del lujoso The Retreat at Blue Lagoon, se funde con las montañas de Kerlingarfjöll, en la región de las Highlands. Un destino en sí mismo, a sólo 3,5 horas en coche de Reikiavik, a veces más si hace mal tiempo... Un lugar excepcional, en plena naturaleza extrema, entre cuencas geotermales, ríos glaciares y eternos mantos de nieve en las cumbres. Sus diferentes tipos de alojamiento, de diseño acogedor y depurado y estrictas normas de sostenibilidad, se adaptan a todos los presupuestos y gustos: habitaciones de hotel, suites con jacuzzi privado, cabañas, lodges... ¡e incluso hay un camping en el lugar!


Los huéspedes pueden aprovechar las aguas termales cercanas y, sobre todo, salir como exploradores a recorrer esta naturaleza salvaje, materia de mitos y leyendas, tan querida en el corazón de los islandeses. A pie o en bicicleta eléctrica en verano, esquís de fondo o moto de nieve en invierno, la reserva natural protegida de Kerlingarfjöll ofrece sus infinitos espacios. Por la noche, revela un cielo ártico perfectamente oscuro, libre de contaminación visual, para que puedas disfrutar del espectáculo de la aurora boreal y observar las estrellas a través de un telescopio. Mágico...
HIGHLANDBASE.IS
MAREAS, MESA CON VISTAS
El Reykjavik EDITION, primer hotel de 5 estrellas de la capital, alberga un restaurante fresco y chic frente al mar, ampliado con una terraza. El menú, ideado por un chef con estrella Michelin, ofrece una visión contemporánea de la cocina islandesa: salvelino ártico con limón, eneldo y mantequilla de ajo; paletilla de cordero estofada con cebollas encurtidas, menta y manzanas... Tres noches a la semana, menú degustación en la mesa del chef. Brunch los fines de semana. Y para prolongar el placer, hay que subir a la azotea, en la 7ª planta.
TIDESRESTAURANT.IS



KOL, EL SABOR DE ISLANDIA
Diez años después de su apertura, Kol, que debe su nombre a un horno de leña tradicional, sigue siendo una visita obligada en Reikiavik. El pescado y la carne, crudos o cocinados, son tratados aquí por un chef local con el mismo cuidado y pasión. Las hierbas que añade marcan la diferencia, ya sea en un ceviche, una sopa o un risotto. Y no olvide probar los maridajes. Una fiesta para el paladar y la vista.
KOLRESTAURANT.IS








