LUCA GUADAGNINO FIRMA SU PRIMER HOTEL EN ROMA
El director de A Bigger Splash, Call Me by Your Name, Challengers y próximamente Queer sigue desplegando su talento en el diseño de interiores. Con la restauración del hotel Palazzo Talìa, ha diseñado parte del interior para un viaje atemporal por los esplendores de Roma.
Mi deseo secreto es convertirme en diseñador de interiores". Así hablaba Luca Guadagnino en 2016 en una entrevista con The New York Times sobre la decoración de su piso del siglo XVII en Crema (Italia). Un año después, el director italiano nominado al Oscar hizo realidad su sueño y fundó su propia oficina, studiolucaguadagnino (SLG). Se escribe con una sola palabra, insiste. Desde su primer diseño, la villa del fundador de Yoox en el lago de Como, el polímata ha trabajado en un número cada vez mayor de proyectos. Este amante de la decoración ha renovado una villa en el Lido de Venecia, ha diseñado varias boutiques, ha presentado showrooms en el Salone del Mobile y el Fuorisalone, y recientemente se ha encargado de la dirección artística de la tercera edición de Homo Faber. Aquí añade una nueva piedra a su edificio al encargarse de los interiores del hotel Palazzo Talìa, que reabrió sus puertas en mayo de 2024.
UN LUGAR CARGADO DE HISTORIA
Esta belleza arquitectónica se ha puesto al día gracias a un meticuloso proyecto de restauración de tres años, encabezado por la familia Federici, en particular por Elia Federici, mecenas del proyecto. Este especialista de la construcción y la propiedad recurrió a tres de los principales artesanos italianos, el estudio de Luca Guadagnino, MIA Home Design Gallery y Laura Feroldi Studio.
Este edificio, construido en el siglo XVI, ha resistido el paso del tiempo y los avatares, dejando un rico legado de historia, como un "centinela inquebrantable de resistencia". Ha acogido a cardenales, nobles, humanistas, eruditos y leyendas del cine como De Sica, Rossellini y Leone, y ha resistido los oscuros días del nazismo.
Para el cineasta y productor, originario de Palermo (Sicilia), ésta es su primera incursión en el mundo de la hostelería. En este proyecto, combina maravillosamente una sensibilidad estética cinematográfica con una profunda apreciación de las texturas, los colores y los espacios.
ODA A LA DOLCE VITA
Este remanso de hospitalidad sublima su patrimonio arquitectónico, al tiempo que se funde con el paisaje contemporáneo. Empezando por la entrada, que cuenta con una escalera central y una alfombra floral de intenso cromatismo diseñada por el equipo de dirección. Esta pieza central sirve de camino y serpentea hasta la primera planta, donde se encuentra el Magna Hall, un espacio para eventos de 248 metros cuadrados decorado con frescos del siglo XVIII del pintor Gaspare Serenario.
De las 26 habitaciones y suites del hotel, su estudio es responsable de la Suite Terraza, en la última planta. Está decorada con "madera de melocotón, techo inclinado, tonos rosados, chimenea y una cama diseñada como una alcoba". La Suite cuenta con una terraza de 66 metros cuadrados con vistas al patio interior del palacio y a la basílica de Sant'Andrea delle Fratte.
El equipo ha añadido a este fino trabajo de diseño las zonas comunes, el restaurante Tramae, un homenaje a la cocina romana, el bar Della Musa y el spa de bienestar, que también revive la herencia de la Ciudad Eterna, con mármol y azulejos de mayólica.
Acompañado por los otros dos estudios, Luca Guadagnino insufla nueva vida a este lugar de encanto intemporal, con la refinada sofisticación, la atención al detalle y la sensibilidad estética ya inherentes a su obra cinematográfica.
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